martes, 15 de noviembre de 2011

EN TELEFONÍA, SENTIDO COMÚN.

Dejo un artículo que he encontrado en la web de "masmovil". 
Me ha parecido tan correcto que no quiero cambiarle ni una coma.

http://yelou.net/ahorro-factura-movil/

jueves, 28 de julio de 2011

LA PERMANENCIA SALE CARA. EN CONCRETO, 600 EUROS.

Voy a hacer hueco en este blog a un artículo interesante, al que no quiero modificar ni una coma.
Faltaría una comparativa con cualquier tarifa de una OMV como SIMYO o PEPEPHONE, MASMOVIL, etc.


Pero creedme. Estoy seguro de que sale mucho mejor estar en un OMV (Operador Móvil Virtual) que en una grande.


Solo espero (por vuestro bien, y por el mal de los grandes), que abráis los ojos. No es tan difícil dar el paso, y luego encima, cuando ahorras, te sientes bien.


Vosotros mismos.


Por favor, leedlo. Especialmente el cálculo final del Samsung Galaxi S. 600 euros de diferencia me parecen palabras mayores.


Este es el enlace:


http://movilae.com/permanencia-portabilidad-estafa-operadoras/

jueves, 30 de junio de 2011

AHORRAR ES FÁCIL... SI QUIERES. PRIMERA PARTE

Vivimos tiempos difíciles en lo que a economía se refiere, pero con un poco de interés y buena voluntad se pueden ahorrar bastantes euros al año si perder ni un ápice de nuestra calidad de vida actual. Yo diría que incluso se gana calidad de vida al sentirse bien por ahorrar.

Claro está que un mínimo esfuerzo se requiere para conseguirlo, empezando por tener paciencia para leer esto.




Existen infinidad de formas de ahorrar, pero voy a limitarme a una lista básica con la que se puede ir empezando:

1. BANCOS
Antecedentes y problema.

Es de todos sabido el odio general que despiertan los bancos y cajas en general. Si alguien no se ha enterado aún, resumo lo ocurrido: primero se han enriquecido endeudando al resto de los mortales (nosotros), después, cuando pensaban que iban a estar en apuros, el estado (nosotros nuevamente) les hemos inyectado dinero para que les siguiera yendo bien. El caso es que ahora, de repente, como no tienen tantos beneficios como tenían, se han puesto de acuerdo y han empezado a cobrar por todo lo que antes apenas cobraban.
En pocos días he recibido en casa cartas de los bancos donde tengo dinero, anunciando que iban a cobrar por mantenimiento de cuentas, cosa que antes no me costaba nada.
Aquí empiezan las diferencias. El Banco Santander, como siempre, el peor; pero de este no me puedo escapar porque firme para muuuuuchos años con ellos. Con los requisitos que me ponen para no cobrarme, tampoco me escapo (nóminas, hipotecas, plan de pensiones, seguros...). Así que este lo doy por perdido. En Bancaja la cosa no mejora demasiado y van a empezar a cobrar por todo también, al igual que en el Barclays Bank, y los demás.

Solución.

Reducir al máximo el número de cuentas. Si antes tenías una para los recibos, otra para las tarjetas, otra de ahorro, etc., ha llegado el momento de unificar las cosas y cerrar cuentas que no sirvan para nada.

Por ejemplo, se puede dejar una cuenta de ahorro (la "por más" de Bancaja no te cobra si tienes más de 2000 euros, cosa habitual en una cuenta de ahorro) que además te genera intereses, y una cuenta corriente donde tener todos los recibos, tarjetas, etc. Si en esta cuenta además tienes una nómina (por pequeña que sea), en el caso de Bancaja no te cobrarán mantenimiento. No siendo así en el Banco Santanter.

Otra solución más bestia (que no descarto del todo) es volver al método del dinero bajo el colchón, y cuando llegue un recibo, se va y se paga, que todos los parados (los que más necesitan esto) tienen tiempo.


2. ITV
Antecedentes y problema.
Ser valencianos cuesta caro. Y si no, solo tienes que mirar lo que cuesta pasar la ITV. La diferencia puede llegar a ser de unos 40 euros en el caso de que no la pases a la primera, según en qué Comunidad Autónoma la pases. Desde los 65 euros de Valencia (más unos 20 de la segunda en caso de no pasarla) a los 35 de Asturias o Madrid (además de no cobrarte la segunda según en qué sitios

Solución.
Los que vivimos en zonas limítrofes de la Comunidad Valenciana tenemos ventaja. En mi caso, por 10 más de coche, me ahorro como mínimo unos 20 euros al pasar la revisión en Castilla la Mancha. Si no paso la revisión y tengo que pasarla otra vez, no me cobran nada, cosa que no ocurre en Valencia, donde te vuelven a cobrar unos 20 euros más. Ahorro: 40 euros en mi caso)

Más información en este enlace:   http://itvcitaprevia.es/precios-itv/

3. COMBUSTIBLE
Antecedentes y problema.
Este es uno de los puntos gordos al que no prestamos suficiente atención por pura pereza, pero donde se puede ahorra bastante. Por ejemplo, para un vehículo de gasoil que realice unos 18000 km al año (no es demasiado), se pueden ahorrar unos 120 euros al año solo con elegir correctamente dónde repostar.

Solución.
Evidentemente, hacer la elección correcta. Hay varias opciones.
Desde tarjetas de socio de las gasolineras (apenas se ahorra un 1% o un 2%), tarjetas de crédito que hagan descuento (tampoco se ahorra demasiado), hasta la opción que veo más interesante:
Repostar en gasolineras de grandes superficies (tipo Carrefour, Eroski, Alcampo). En este caso, el ahorro suele ser de entorno al 8%. Cosa nada despreciable más aún si el número de km/año aumenta. En el caso de Carrefour, el descuento se acumula en el "ChequeAhorro" que te lo dan cada 3 meses para gastar en sus supermercados. Ahorro que se convierte en doble ahorro si encima cuando compras, te limitas a las ofertas del momento de su folleto.


La pega de todo esto, es que requiere un mínimo esfuerzo. En el caso del combustible, a todo el mundo no nos pilla cerca una estación de servicio de una gran superficie, pero seguro que más de una vez hemos pasado por allí y no hemos hecho caso. Teniendo un poco de previsión, se puede solucionar.


En  la siguiente entrega, ahorro en telefonía fija y móvil, ADSL y ahorro energético en el hogar.


miércoles, 22 de junio de 2011

La línea recta (o la del sentido común)

¿Te consideras una persona de derechas? ¿votas al PP y no sabes muy bien por qué? (no vale si es simplemente por tradición y porque sí). ¿Eres una persona de izquierdas y votas al PSOE y tampoco tienes muy claro los motivos? (y no vale pensar que es por no votar al PP).

Si has sido capaz de contestar alguna de estas preguntas sin dudarlo, mal empezamos. Pero no por ser de un partido o de otro, sino por ser capaz de no dudar o de no ver nada bueno en el otro.

Desgraciadamente hace ya años que estamos en lo que unos llaman “crisis económica” y que a mí me gusta más llamar “crisis de sentido común” o “crisis de valores” como bien describe el profesor Leopoldo Abadía en su libro “la hora de los sensatos”. Estoy cansado de ver cómo los políticos se echan piedras los unos a los otros sean del color que sean. Por eso digo que no me parece bien que la gente, y cuando digo gente quiero decir la mayoría, por que si no diría los nombres propios de cada uno, piense que todo lo que hacen unos está bien y todo lo que hacen los otros está mal. Seguro que alguien medianamente sensato (que me consta que los hay) al leer esto se ha escandalizado y ha pensado “buf! Ese no soy yo, yo veo cosas buenas y malas en todos los sitios”. Pues un aplauso para el que haya podido pensar eso, porque últimamente, el sentido común por lo visto lo venden caro y escasea. Para todos los demás, me gustaría decirles algo. O no. Me gustaría más bien que me explicaran porqué en pleno siglo XXI seguimos pensando de la misma forma que se pensaba hace más de 70 años, en el escenario que desembocó en la guerra civil española.

Quiero pensar que detrás de “ser de derechas” o “ser de izquierdas” hay algo más, que se esconde algo verdaderamente lógico y racional que les empuja a estos fanáticos a llevar hasta el extremo lo que ellos llaman unas “ideas”, pero por más que me esfuerzo no lo entiendo. Por el amor de Dios, ¿es que son clones? ¿tienen todos los de cada parte la misma lista de ideales? Me parece muy triste por su nivel de ignorancia.



Empiezo a estar ya cansado de que mis amigos de derechas me tachen de rojo y que mis amigos de izquierdas opinen que soy un facha. ¿Qué he hecho yo para que me pase esto? En mi opinión lo único que hago es seguir el camino más corto entre A y B, o sea, la línea recta. Y esta línea recta a veces pasa más cerca de la derecha (o de su lista de ideas) y otras veces pasa bordando la lista de ideas de la izquierda. Y no pasa nada. El que pasa soy yo y normalmente por el camino más corto y directo. Se trata de economizar. Y de tener buena fe en las personas. Detrás de todos estos radicalismos existen personas para las que seguramente los valores fundamentales sean los mismos, o sea, salud y felicidad para ellos y la gente que les rodea, pues no hay cosa más importante en la vida.

Así pues, la crisis que estamos atravesando es realmente una crisis moral. Si se hicieran las cosas con buena fe, empezando por los banqueros y acabando por el vecino de arriba pasando por los políticos de turno, no llegaríamos a los puntos que llegamos. De todos modos llegar, lo que es llegar, ya hemos llegado a un punto muy feo. Y si no que nos lo pregunten a los más de 4.000.000 de españolitos que estamos sin trabajo. Ya que hemos llegado, lo que nos queda entonces es irnos de este punto, y para eso vamos mal si cada uno tira de la cuerda en un sentido o si cada uno rema del barco en una dirección. Porque no nos engañemos, Los ciudadanos de a pie vamos todos en el mismo barco, y si se hunde (como es el caso) nos ahogamos todos. Es el momento en que rememos todos en el mismo sentido para poder atravesar el río. Y eso no se va a conseguir con peleas baratas entre “yo soy de izquierdas y los peperos son todos malos y corruptos” o “y soy de derechas y defiendo mis ideas sí o sí porque ZP es muy malo y la Pajín está tonta”. Para salir de esta necesitamos estar todos unidos y no dejar que políticos y banqueros nos tomen el pelo como están haciendo. Pero no hace falta tampoco ser anarquista, ni republicano ni nada por el estilo. Lo que hace falta es conseguir un sistema democrático real, donde los políticos realmente representen al pueblo como en la antigua Grecia, donde no tengamos siempre la sombra de la duda sobre si todos son corruptos; porque no deben serlo.
Por eso pido desde aquí solamente una cosa. Sigamos todos la línea que marca el sentido común. No nos vendamos a los que 4 radicales o una buena campaña de marketing nos diga y escuchemos más a nuestra conciencia que es la que mejor nos conoce. 


Leamos un poco y dejemos un poco la tele, que eso siempre ha sido bueno ¿o no? Y por último, no intentemos arreglar el mundo sin antes darnos cuenta de los problemas que tenemos en casa, en el barrio, en el pueblo o en la ciudad. Por eso yo no soy de derechas ni de izquierdas. Simplemente me parece muy anticuada esa clasificación y confío en que las personas seamos más que eso.

No olvidemos que para que el mal triunfe solo hace falta que los buenos no hagan nada.

Como siempre, se aceptan comentarios.

viernes, 15 de abril de 2011

¿Estamos globalizados o no? pregúntenselo al inútil del interventor de mi sucursal

¿Quién no ha oído hablar alguna vez de la globalización”?

En principio, supongo que el término vendrá de “globo” haciendo alusión al planeta Tierra. Pero me parece que el planeta, o el globo, es algo demasiado grande como para asumir que ciertas cosas son globales. Sería muy fácil poner cuatro ejemplos muy gráficos y representativos, nombrando algunas multinacionales tipo McDonald’s, Telefónica, etc. pero si uno se fija en lo que tiene en sus morros, en realidad no estamos tan globalizados como creemos.

Si quisiéramos que la globalización fuera viable (cosa cuestionable eso de que quisiéramos), tendríamos que empezar haciendo las cosas del mismo modo en una misma zona, cosa que no ocurre. Sin ir más lejos, el primer problema nos lo encontramos en el Bancaja de la esquina (¿o debo decir Bankia?).  Resulta que soy cliente de toda la vida de la misma oficina, la de un pueblo de la provincia de Valencia. Como muchas veces ocurre, todo marcha a la perfección mientras no necesites nada de ellos, pero cuando lo necesitas, una de dos: o te lo solucionan si la cosa no es muy complicada, o empiezan los problemas, como en casi todas las empresas “grandes” de las que uno es cliente. Pues bien, en esta oficina soy un cliente de lo más normalito: una cuenta de ahorros, una cuenta corriente y una tarjeta de débito. Por lo visto, todo irá bien mientras no necesite nada estando fuera de mi pequeño pueblo. Pero claro, por hogareño que sea, no soy una maceta, y tiendo a moverme por lo menos a nivel provincial de vez en cuando. De hecho, mira tú por donde que ahora empiezo a trabajar en otro pueblo a unos 70 km de mi pueblo natal.

Y mira tú que bien, que en ese pueblo a donde voy, también hay una oficina de Bancaja. ¡Qué bien! como soy cliente de Bancaja, pues ahora puedo acudir allí a lo que necesite (y mira que suelo necesitar pocas cosas del banco). Un día va y necesito retirar efectivo del cajero (así lo llaman ellos, con lo fácil que es decir “sacar dinero”). Introduzco la tarjeta, marco el PIN, y voilà, dinero en mano y descontado de mi oficina a 70 km. de distancia ipso facto.

Pero el tiempo pasa, y llega el día en que me caduca la tarjeta, y como en esta entidad me quieren tanto y se acuerdan tanto de mí, me envían otra por anticipado. Como el tiempo pasa para todo, resulta que la tarjeta que me envían es otra diferente a la que tengo (ya no es “tarjeta joven”). Pero ¡qué mala pata!, la que me han enviado entonces no me interesa porque por la web (donde mejor se ven las cosas) he visto que hay otra tarjeta que me interesa más. Me cachis en la mar, que ahora me toca ir al banco a que me la cambien… no importa, un día de estos que trabajan por la tarde me paso y lo soluciono. Porque encima tienen un horario super flexible, sobre todo para la gente que trabajamos y no tenemos todo el día para hacer gestiones. Nótese la ironía en esta última frase, dado que abren unas 6 u 8 tardes al año. Eso por no contar las restricciones de horario que tienen por la mañana para hacer según qué cosas (que si para pagar recibos tienes que ir antes de las 10:30, pero solo los martes de las semanas impares de mes en luna creciente, que si son recibos con códigos de barras tienes que ir al cajero automático…), pero eso es otra historia.

Total, que un día uno saca tiempo (esa suerte tenemos los que trabajamos para el estado) y voy contento, sonriente y con actitud positiva y cordial a la sucursal bancaria de aquel pueblo que no es el mío. Resumiendo: hago la cola, me atiende la cajera, y me dice que para esas cosas de las tarjetas que tengo que hablar con su compañero (el interventor). Nada, otra cola y unos minutos me encuentro hablando con el señor interventor -qué jerga se gastan estos del sector bancario-. Y me dice dos cosas:
  1. No puede anular la tarjeta que me han enviado.
  2. No puede emitir la tarjeta que yo realmente deseo.
Y, ¿adivinan por qué? Pues porque no le sale de los mismísimos. Bueno, en realidad no te dicen eso. Lo que te dicen es que el sistema informático no les deja hacer eso, que tendría que ir a mi sucural. Bufffffff ¿tanto les estoy pidiendo? Me parece a mí que si el sistema informático no les deja, lo que tienen que hacer es cambiarlo., que para eso son una empresa de “reconocido prestigio” con su departamento informático y todo. Pero va a ser que no, que no me lo creo, que el ordenador no les bloquea nada. Que si quieren solucionar algo, pueden. No el conflicto Libio, pero sí anular una tarjeta y emitir otra, digo yo.

Por eso decía antes lo de la web. Todo lo que se puede hacer por internet evita algunos problemas, en este caso los provocados por el inútil del interventor (y digo inútil por que la verdad es que a mí no me resultó especialmente útil).

Al final, tuve que llamar a la sucursal de mi querido pueblo natal, donde la chica que está tras la ventanilla, me solucionó el problema en cuestión de… ¿1 minuto? no, estoy exagerando, realmente fue en 30 segundos. Conclusión: detrás de TODO en la vida hay PERSONAS. Las hay que pueden o no pueden, pero te ayudan, y las hay que te lo dificultan todo de una forma brutal.

Entonces me pregunto (como se lo pregunté al interventor de aquel lejano pueblo): ¿soy realmente cliente de Bancaja? ¿o sólo soy cliente de la sucursal donde me abrí la cuenta hace medio siglo? A día de hoy no lo tengo claro. Lo que sé, y así se lo dije, es que yo había entrado en Bancaja a solucionar algo con Bancaja, no con Mercadona. Yo no quiero que solucione mis problemas con Movistar, para eso ya llamo a Movistar. Quiero que me solucione el problema que me genera Bancaja y para eso entro a Bancaja. Es muy simple ¿no? Pues el inútil este, pese a ser interventor, no lo entiende.

martes, 15 de febrero de 2011

EL BUM DE LOS COLSÉNTER (O SENTROS DE LLAMADOS)



un vesino porteño hasiendo negosios con españoles” empieza la presentadora.
Pues mal vamos para hacer negosios cuando parece que ni siquiera hablamos el mismo idioma… uf! ¿he dicho “negosios”? no, no, lo peor es que no se que tipo de negocios se puede hacer con estos tipos. Y con lo de tipos me refiero a esta gente que piensa que nos engaña cuando intentan disimular su acento sudamericano, pero no nos engaña porque no somos tontos. Por lo menos, no tanto;  solo lo justito para que nos acaben engañando en cualquier otra cosa que le podamos preguntar, porque por norma, lo primero que te sueltan es una mentira, lo segundo, otra mentira, y lo tercero es una verdad que suena así: “pi-pi-pi-pi-pi…”

Lo peor de todo es lo contentos que aparecen en este video de un pseudo-informe semanal Chileno. Están orgullosos de trabajar como “ejecutivos” que dicen ellos. Si ya digo yo que no hablamos el mismo idioma. Solamente hay que fijarse en el que tiene el mapa de España delante. Lo debe utilizar por si le pillan, o para deletrear alguna palabra utilizando como referente las provincias españolas . C de Cáceres, L de Lugo, B de Barselona… ¡pues claro que sí! No va a ser C de Barselona ni M de Valensia, imbécil!! 
La próxima vez que me hagan alguna maniobra de este tipo para despistar (que no lo consiguen porque entre una provincia y otra se pasan 30 segundos mirando en el mapa) le tengo que decir cuando acabe: “sí, sí, y con la P, tu Puñetera madre”. No llevan muy bien lo de la Geografía Española, la verdad.

Algunas veces, al preguntarles DONDE estaba llamando (cosa que suelo hacer) me contestan que a Telefónica. Entonces les repito que sé perfectamente a QUIEN llamo, lo que pregunto es DONDE. El tema de los adverbios también lo llevan mal los pobres.  Ya llevamos 2 asignaturas mal, Geografía y Lengua Española. Pues vaya mierda de ejecutivos ¿no?

 El caso es que de vez en cuando sale algún listillo y me dice: “está usté llamando a Madrí, a la calle X”, y yo, que le noto la sonrisa que acaba de dibujar, pensando que ahora sí que me la ha colado, les digo: “en ese caso necesito que me facilite el código postal”. Y ahí ya la he cagado del todo. Si pretendía sacar algo en claro de esa llamada ya me puedo ir olvidando, pero por lo menos le digo cuatro cosas claras.

Resulta que ellos presumen de que nos “engañan” a los españoles, que las “multinasionales” se portan muy bien con ellos y “hasen importantes inversiones en su país, que ha cambiado las minas de carbón por los sentros de llamados”. Pues yo les digo claramente que yo QUIERO QUE ME ATIENDAN DESDE ESPAÑA, que mi país está viviendo una profunda crisis, y no estamos como  para que se lleven puestos de trabajo a otro sitio, llámase Chile, Colombia, China o Alemania. Entonces resulta que por pensar así, soy racista ¿no?, pues si. Si eso es ser racista debo serlo (y yo sin enterarme).

Esto es intolerable. Otro día contaré mis aventuras y desventuras con Jazztel, que presume de servicio técnico. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

Aquí nos toca tragar, señoras y señores. No veo otra salida. Vean el vídeo porque no tiene desperdisio.

jueves, 10 de febrero de 2011

¡Esto es la leche!

Atención señores consumidores.

Seguro que todos conocemos a alguien (o incluso somos ese alguien) que no tolera determinadas marcas de leche, o mejor aún, que si no es la marca X de leche, no les gusta, les sienta mal, la encuentra rara, etc. No critico a nadie, cada uno que beba lo que le de la gana. Sin ir más lejos, yo hace unos años era uno de esos. Pero ahora no. De lo poco que le pido a la leche es que sea española (como yo), y ahora voy con eso.


Primero hay que explicar el porqué de mi cambio. Y es muy simple: por puro conocimiento. Y es que el conocimiento es poder, señores. Hace ya algún año, tuve una asignatura en la Univerisdad en la que estudiábamos a fondo todo lo relacionado con la leche e incluso tuve la oportunidad de analizar varios tipos de leche y hacer análisis de calidad, además de poder saber cómo era realmente el mercado de la leche. Fue entonces cuando dejé de beber leche “Puleva” o  “Pascual” para empezar a beber leche “Hacendado”. Lo que uno compra con las marcas conocidas es imagen. Y como lo que yo quiero desayunar no es imagen, sino leche, al hacer este cambio conseguí ahorrar unos euros (que visto con el paso de los años debe ser un montón).

La leche viene de la vacas. Y punto. Es más, me atrevería a decir que el proceso de calidad que siguen las marcas de leche es el mismo. Desde un punto de vista técnico estoy plenamente convencido que las cualidades nutricionales y organolépticas que podamos atribuir a  una leche u otra no viene de la marca que la envase, sino de la alimentación que han seguido las vacas, de su propia raza, de la zona geográfica en la que se encuentren…  y así podría seguir buscando decenas de motivos más importantes que la imagen de marca.

Si tengo ocasión profundizaré más en este tema, pero lo que me ocupa ahora es esto de la leche de las marcas blancas, más en concreto la le Mercadona, o sea, “Hacendado”. Y es que nuevamente no es oro todo lo que reluce. Y no lo digo porque no esté buena, que a mi personalmente me gusta, si no, porque detrás de las marcas blancas, por lo menos en el caso de la leche, se esconde otra cosa. Se esconde la procedencia de la leche.

Como persona curiosa que soy, de vez en cuando suelo mirar todos los códigos o números raros que veo etiquetados en los envases. Así pues, en los bricks de leche aparece la empresa envasadora y un código de la C.E. En el que se identifica la procedencia de le leche. Hasta ahora toda la leche Hacendado que había bebido (y había visto su etiqueta) era envasada por Lactiber, una empresa de Cantabria (me parece que es Leche Rio), y hay que ver lo contento que estaba yo de beber leche de vacas de Cantabria (con lo que a mí me gusta el Norte de España). Pero hace unas semanas, me da por mirar un brick y… ¡oh sorpresa! ¡el niño melóóóón! Ya no era Lactiber, era Lactigal, que parece lo mismo, o como mucho parece de Galicia en lugar de Cantabria, pero no no  no. Al fijarme mejor en la etiqueta de la C.E. descubrí que esta leche se envasaba en Portugal. Y por ahí sí que no paso. Ahí si que me da igual pagar un poco más, pero que la leche sea de vacas Españolas. Ya está bastante mal el sector ganadero como para encima consumir leche de otros países.

El caso es que indignado llamé a Mercadona (900 500 103) me tomaron nota y unos días después me llamaron dándome explicaciones. Resulta que para la leche Hacendado utilizan leche de varias procedencias: Galicia, Asturias, Cantabria, Andalucía y… (redoble de tambor)… Portugal!!

Así pues esto es una lotería. Tú compras la leche y puede ser de vacas de cualquier sitio. Normalmente por asuntos logísticos, para una determinada zona suelen ser de la misma zona siempre, aunque si hay algún problema en una de estas zonas, echan mano de otra plataforma de distribución provisionalmente, pudiendo cambiar la procedencia de los productos que habitualmente consumimos.

Por cierto, cuando le dije a la operadora que mi consulta era sobre la leche, toda alarmada me preguntó rápidamente: “¿es que le ha notado algo raro?” con un tono que no me gustó nada. Para mí que algo ha pasado recientemente porque la noté con cierto “susto”, como diciendo “otro más con la leche”.

Se admiten comentarios. Seguiremos informando.

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